El marido llega a su casa al amanecer, lo espera su mujer en la puerta, está borracho y con manchas de lápiz labial.
– Supongo que hay una razón para que llegues a las seis de la mañana…- le reprocha la mujer.
A lo que el marido contesta:
– Sí, el desayuno, si no no venía.
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