Un niño va al hospital con su padre a ver a un amigo de este y toca varias veces los pies del enfermo:
- ¿Qué haces? - pregunta el enfermo.
- Estaba contando sus pies y parece que tiene los dos.
- Claro, ¿lo dudabas?
- No, es que mi padre me dijo que tenía un pie en el otro mundo.
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