Un tipo va paseando por enfrente de un manicomio y oye a los locos que gritan:
- ¡Ocho, ocho, ocho, ocho!
El tipo se pregunta por qué los locos gritan tanto “ocho”, entonces se sube a la pared del manicomio y cuando asoma la cabeza, le pegan una pedrada en toda la frente y empiezan los locos a decir:
- ¡Nueve, nueve, nueve, nueve!.
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